Como te habíamos contado, el viernes pasado, cuando el día se iba terminando y en París eran las dos de la madrugada, tuvimos la oportunidad de conversar brevemente con Sandra Guida, luego de realizar la función de Divino Amore con la sala llena, como ya es costumbre.
En la charla, repasamos algunas de las intensas actividades que Sandra desarrolló a lo largo de este año. El inicio de 2007 la encontró de gira por Italia con Concha Bonita, una obra de Alfredo Arias, en la que trabajó junto a Alejandra Radano.
En agosto, se presentó en Buenos Aires, actuando en Invenciones del Recuerdo, donde compartió nuevamente cartel con Radano y la dirección de Arias, en este caso con la participación de Marilú Marini.
Este cierre de año, en París, cuando quedan pocas funciones más de Divino Amore –baja de cartel el 31 de diciembre-, el escenario reúne a las mismas protagonistas y director.
Por eso le preguntamos a Sandra si habían han armado un equipo semi permanente, si se podía hablar de una dupla post Chicago, y si ya a esta altura trabajaban de memoria.
Lo loco es que varias críticas de Francia también han hablado de esta empatía escénica que hay con Ale, nos responde [Le Monde resaltó que “estas dos estrellas de la comedia musical, en Argentina, triunfaron juntas en Chicago y su complicidad es evidente”].
Pero aclara decididamente que no trabajan de memoria, nunca, siempre trabajamos y duro y conversamos y bajo la dirección que nos toque tratamos siempre de ser fieles a la obra explotando lo mejor de cada una y de la dupla.
Trabajar casi todo el año con el mismo director, aun en obras distintas, ¿te ayudó a conocer más facetas distintas tuyas? ¿O se va trabajando sobre lo ya conocido al inicio?
No. En Concha Bonita, yo entre a un papel que ya estaba armado, aunque lógicamente le aporte lo mío. Pero en Divino Amore se armó desde cero y fue alucinante asistir a la forma creativa de Alfredo, es realmente un genio. Eso te enriquece y Alfredo es de los que siempre te proponen desafios.
Entrar justamente en un papel ya armado (en Concha Bonita), una obra que había recibido en 2005 el premio a mejor comedia musical en Italia [el Premio Eti Gli Olimpici], ¿fue más un peso o un desafío?
Yo no entré condicionada por nada, entré a disfrutar y ver como podía aportar mis cosas al personaje. De hecho, no quise ver lo que se había hecho. Sólo lo miré una vez y después Alfredo se encargó de lo demás y de hacer algo diferente conmigo. Si no, las cosas se mueren o se secan.
Ese semestre inicial de 2007, en Italia, viniendo vos de los abuelos Guida, Avagnina, Boreano y Andreta, debe haber sido además algo fuerte, como un paseo por el jardín de la casa donde viviste cuando tenías 2 años y que conocés recién de grande...
Y sí. Sobre todo el shock lo recibí en la Isla de Capri. Porque además de que es una hermosa tierra es el lugar que vio nacer a mi abuelo paterno -me queda pendiente conocer la de mi abuelo materno que no la pude ver, todavía-. Sentí una emoción muy fuerte y particular. Difícil de describir, pero sentí que esa también era parte de mi historia.
Sandra Guida en Milán, cuando realizó su gira italiana
Y ahora, terminás el año triunfando en París. O mejor dicho, en "¡PARÍS!", ¿cuánto se parece y cuánto se diferencia a aquella gran gira por todo Estados Unidos con El beso de la mujer araña?
¡Paris es increíble! Estoy disfrutando tantísimo de la hermosura de la cultura, sobre todo. Es realmente alucinante en muchos sentidos. Y El beso… y la gira por Estados Unidos siempre estarán sellados en mi corazón.
¿Argentina te va a poder disfrutar en 2008?
La verdad no sé. Todavia no tengo proyectado el año, cuando sepa les cuento.
Alguna vez querríamos darnos el gusto de poder ver El último tango de Eva Perón…
Yo también quisiera darme el gusto de hacerla, pero se tienen que dar ciertas condiciones que por ahora se nos vienen negando.
Después de la función del 31 de diciembre, ¿se viene un poco de descanso?
Veinte días. Y después una semana de trabajo en Francia, pero en Lorient, hacia el sur, cerca del mar. Después... suspenso. Hay algo por dos meses, siempre en Europa, que todavia no se concretó así que por cábala no hablo.
Acercándonos a las 2.30 de la madrugada europea, le agradecimos a Sandra su gentileza habitual y nos prometimos continuar la conversación cuando esté de regreso por Argentina, para hablar más a fondo de lo realizado en Europa y de lo que se vendrá en 2008.
El mundo está abierto para nuestros artistas, que no paran de triunfar a fuerza de puro talento. Tal vez, ése sea tu lugar dentro de algunos años. ¿Por qué no? Mientras tanto, seguí enterándote acá de lo que sucede en Argentina y en el resto del planeta.
En la charla, repasamos algunas de las intensas actividades que Sandra desarrolló a lo largo de este año. El inicio de 2007 la encontró de gira por Italia con Concha Bonita, una obra de Alfredo Arias, en la que trabajó junto a Alejandra Radano.
En agosto, se presentó en Buenos Aires, actuando en Invenciones del Recuerdo, donde compartió nuevamente cartel con Radano y la dirección de Arias, en este caso con la participación de Marilú Marini.
Este cierre de año, en París, cuando quedan pocas funciones más de Divino Amore –baja de cartel el 31 de diciembre-, el escenario reúne a las mismas protagonistas y director.
Por eso le preguntamos a Sandra si habían han armado un equipo semi permanente, si se podía hablar de una dupla post Chicago, y si ya a esta altura trabajaban de memoria.
Lo loco es que varias críticas de Francia también han hablado de esta empatía escénica que hay con Ale, nos responde [Le Monde resaltó que “estas dos estrellas de la comedia musical, en Argentina, triunfaron juntas en Chicago y su complicidad es evidente”].
Pero aclara decididamente que no trabajan de memoria, nunca, siempre trabajamos y duro y conversamos y bajo la dirección que nos toque tratamos siempre de ser fieles a la obra explotando lo mejor de cada una y de la dupla.
Trabajar casi todo el año con el mismo director, aun en obras distintas, ¿te ayudó a conocer más facetas distintas tuyas? ¿O se va trabajando sobre lo ya conocido al inicio?
No. En Concha Bonita, yo entre a un papel que ya estaba armado, aunque lógicamente le aporte lo mío. Pero en Divino Amore se armó desde cero y fue alucinante asistir a la forma creativa de Alfredo, es realmente un genio. Eso te enriquece y Alfredo es de los que siempre te proponen desafios.
Entrar justamente en un papel ya armado (en Concha Bonita), una obra que había recibido en 2005 el premio a mejor comedia musical en Italia [el Premio Eti Gli Olimpici], ¿fue más un peso o un desafío?
Yo no entré condicionada por nada, entré a disfrutar y ver como podía aportar mis cosas al personaje. De hecho, no quise ver lo que se había hecho. Sólo lo miré una vez y después Alfredo se encargó de lo demás y de hacer algo diferente conmigo. Si no, las cosas se mueren o se secan.
Ese semestre inicial de 2007, en Italia, viniendo vos de los abuelos Guida, Avagnina, Boreano y Andreta, debe haber sido además algo fuerte, como un paseo por el jardín de la casa donde viviste cuando tenías 2 años y que conocés recién de grande...
Y sí. Sobre todo el shock lo recibí en la Isla de Capri. Porque además de que es una hermosa tierra es el lugar que vio nacer a mi abuelo paterno -me queda pendiente conocer la de mi abuelo materno que no la pude ver, todavía-. Sentí una emoción muy fuerte y particular. Difícil de describir, pero sentí que esa también era parte de mi historia.
Sandra Guida en Milán, cuando realizó su gira italianaY ahora, terminás el año triunfando en París. O mejor dicho, en "¡PARÍS!", ¿cuánto se parece y cuánto se diferencia a aquella gran gira por todo Estados Unidos con El beso de la mujer araña?
¡Paris es increíble! Estoy disfrutando tantísimo de la hermosura de la cultura, sobre todo. Es realmente alucinante en muchos sentidos. Y El beso… y la gira por Estados Unidos siempre estarán sellados en mi corazón.
¿Argentina te va a poder disfrutar en 2008?
La verdad no sé. Todavia no tengo proyectado el año, cuando sepa les cuento.
Alguna vez querríamos darnos el gusto de poder ver El último tango de Eva Perón…
Yo también quisiera darme el gusto de hacerla, pero se tienen que dar ciertas condiciones que por ahora se nos vienen negando.
Después de la función del 31 de diciembre, ¿se viene un poco de descanso?
Veinte días. Y después una semana de trabajo en Francia, pero en Lorient, hacia el sur, cerca del mar. Después... suspenso. Hay algo por dos meses, siempre en Europa, que todavia no se concretó así que por cábala no hablo.
Acercándonos a las 2.30 de la madrugada europea, le agradecimos a Sandra su gentileza habitual y nos prometimos continuar la conversación cuando esté de regreso por Argentina, para hablar más a fondo de lo realizado en Europa y de lo que se vendrá en 2008.
El mundo está abierto para nuestros artistas, que no paran de triunfar a fuerza de puro talento. Tal vez, ése sea tu lugar dentro de algunos años. ¿Por qué no? Mientras tanto, seguí enterándote acá de lo que sucede en Argentina y en el resto del planeta.
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